jueves, 28 de mayo de 2009

Artesano de sueños

                                           (A Richard Edgar Barroso)   

Yo te admiro, artesano,
hacedor de instrumentos.
Son tus callosas manos
portadoras de un sueño.
Un sueño postergado
en las noches de invierno,
o en las cálidas horas
de diciembre o enero.
Al moldear la madera,
desde el primer intento,
brotará de la misma
un canto que en el tiempo;
se hallaba adormecido,
ansiando ese momento.
Oirás muchos sonidos;
tristes, alegres, bellos...
arrullos de palomas,
batidos de aleteos;
y si escuchas atento,
hasta el silbo del viento.
La madera está hablando,
contando sus recuerdos;
con un leguaje de árbol,
aprendido hace tiempo.
Ella espera, artesano,
que redobles tu esfuerzo;
con tus hábiles manos,
la arranques de su sueño.
Sé que si tú te empeñas,
conseguirás hacerlo...
Y será una guitarra,
acunada en tu pecho,
la que estará cantando
con un idioma nuevo.
Renacerán los trinos,
revivirán gorjeos,
calandrias y zorzales,
canarios y jilgueros;
harán que sean tus manos
portadoras de un sueño.
Yo te envidio, artesano,
hacendoso y bohemio,
por crear mil arpegios
para poblar el viento.
Yo te admiro, artesano,
hacedor de instrumentos;
por obrar el milagro
musical de tus sueños.
Nacido entre tus manos,
siempre habrá un canto nuevo;
surcando el pentagrama
de todo el universo.

Arias, febrero de 1976.

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