lunes, 8 de junio de 2009

Paseo nocturnal

Cae la noche implacablemente,
sólo un suspiro de luna,
trémulo, fugaz, imperceptible,
acompaña el recorrido de mis pasos.
El muelle solitario y silencioso
vela el dulce reposo de los barcos,
que bucean sus sueños de distancias
cabeceando con ritmo acompasado.
La noche con su magia y con su encanto,
me transporta en el tiempo y el espacio.
Me veo otra vez entre las jarcias,
en duras maniobras enfrascado,
luchando con el mar bravío,
tempestades, trombas y tifones;
furibundas tormentas de verano.
¡Qué universo inmenso, desolado!
Esas aguas hermanas, confidentes,
son el lecho final de tantos desdichados...
Y allí, junto a la orilla amada,
desde mis ojos húmedos, opacos,
las lágrimas saladas van corriendo
hasta las aguas que yo quiero tanto.
¡Tristes pasan las olas!
Cual si fueran rezando...
¡Siempre me hacen llorar...!
Y hoy, como tantas veces,
no lo puedo evitar. ¡Estoy llorando!

Palabras de amor

(A la memoria de un
ser extraordinario).
Papá:
¿Qué te puedo decir que ya no sepas?
¿Qué mi amor se acrecienta cada día?
¡Ah...! Si no lograra ordenar las letras,
tuya sería mi mejor poesía.
Si en el duro camino de la vida,
inconsciente, avanzo hacia el peligro...
Sin reparar en riesgos, tú, mi amigo...
Llegarás con tu ayuda invalorable,
luchando con bravura inigualable,
hasta vencer o sucumbir conmigo.
Saberte cerca, disipa mi temor.
Siempre soy tan feliz al lado tuyo...
Gracias papá, por tanto y tanto amor.
Ser tu hijo es para mí, un orgullo.
Papá, aun a la distancia,
dentro de mí te encontraré latente.
Con ese amor tan puro y tan vigente.
que tu bondad y hombría me inspiraran,
si un día nuestras vidas se separan...
Nos unirá el buen Dios, eternamente.

Tu hijo Nemesio.

Palabras...


Apasionante lirismo,
sobre la mente fulgura
y transgrede dimensiones
en la palabra madura.
La noche, rica en misterios,
desangra besos de luna
y profana las tinieblas
que imperan en la llanura.
Abismales conjeturas
que la oscuridad propicia,
sensaciones sorprendentes,
maravillas escondidas,
encantos insospechados;
enigmas de muerte y vida.
Encontrados pensamientos
invaden a cada artista;
germinan dentro del alma
y en su obra fructifican.
Vuela la imaginación,
igual que paloma herida,
como barco sin timón,
totalmente a la deriva.
¡¡Poesía...!! ¡Lírico gozo,
con un toque de locura...!
Para poder comulgar
con la palabra madura.

Nunca mientas amor


Espero por si llegas,
mi espera será vana.
¿Por qué tu amor me niegas,
si tanto me hace falta?
Si por piedad fingieras,
regresando a mi vida
jurando amor eterno.
Mucho más daño hicieras,
tornando esa mentira,
mi vida, en un infierno.

Arias, Córdoba, 1989.

Nosotros…


-->
Tímidamente, cual dos niños medrosos,
exploramos geografías ignotas,
presentidas, sí. Asaz imaginadas…
Descubrirlas resultó sorprendente,
colosal, maravilloso, ¡fascinante!
Comenzamos a recorrer caminos,
lentamente, total… ¿quién tenía prisa?
Penetramos en mil laberintos,
desdibujados, perdidos en el tiempo.
Olvidados de pies que los hollasen,
tortuosos, oscuros… conducentes
tal vez, a precipicios insondables.
Seguimos adelante y poco a poco
fuimos: pajarillos piando por los aires,
llama crepitante de la rojiza hoguera,
huracán impiadoso, desatado
y fresco arroyuelo cantarín
discurriendo gracioso entre las piedras…
¡Fuimos tantas cosas! ¡Tantas… tantas!
La primera mujer y el primer hombre,
disfrutando el Edén en nuestros labios.
¡Iniciación suprema de la especie!
Fuimos también…
Vorágine envolvente, irrefrenable,
al ascender por la empinada cuesta…
Conjunción de orgásmicos alientos.
Copulativa erupción, geiser de lava…
Luego, ya en comunión perfecta,
un derrame de efluvios retenidos,
células vivas de gozo incomparable.
Y visitamos todas las estrellas,
magia eficaz de los jadeos felices;
Imposición espiritual sobre materia,
hasta arribar a lo infinito… ¡Porque existe!
Y allí, sin ataduras terrenales,
volamos y volamos, sin atender a espacio o tiempo.
Disfrutando, tan sólo… Disfrutando…
¡El divino milagro de la carne!

Arias, Córdoba, 28 de noviembre de 2006.

Niñez y futuro


-->
¡Pobre niño…! Ojos de cielo…
en tu mirada nublada,
un grito desgarrador,
brota, lacerando el alma.
A tu edad, el alfabeto,
lo va creando la vida…
Y en la lección aprendida,
pasas, de niño, a ser viejo.
¿Qué futuro heredarás,
si te mezquinamos todo…
Y las “botas” del poder,
sobre ti, limpian su lodo?
Desamparado, vives en la calle,
“fastuoso palacio” de los pobres…
Luchas para cubrir necesidades,
con las migajas que “al señor” le sobren.
Mereces otra vida, te aseguro…
Representas la esperanza del mañana…
Eres base y cimiento del futuro.
¡Pequeño héroe marginado de la patria…!
Candoroso niño, alma de anciano.
Conforman tu inigualable riqueza:
hambres, dolores, lágrimas y heridas.
Ya sé… Ya sé… Perdiste el tren de la vida.
Esfuerzo estéril, intentar alcanzarlo…
Irónico dirás, basado en tu experiencia:
¡Qué bien! ¡Ya tengo mi futuro asegurado!


Arias, 20 de mayo de 2007 22:35 Hs.

Niña enamorada


-->
Sé que estás enamorada.
Lo manifiestan tus ojos.
Me lo dicen los sonrojos,
asomados a tu cara.
Además... al preguntarte,
me respondes, cabizbaja...
“Solamente es un amigo,
un amigo, nada pasa”.
No debes tener vergüenza.
¡Pobre niña enamorada!
¿Por qué escondes ese amor,
si quieres como Dios manda?
Yo te comprendo. En tu vida
se inicia una nueva etapa.
Eres el pichón que vuela;
tal vez, por probar las alas.
Inténtalo si deseas
y si un consejo te falta,
ten presente que tus padres
te lo darán sin tardanza.
¡Vuela, pequeña paloma...!
¡Pobre niña enamorada...!
Tus ojos están diciendo
lo que callan tus palabras.

Molinero

                                                              (A la memoria de mi abuelo paterno,
                                                              Nemesio Martín Corvo, y su molino 
                                                              harinero de Carpio del  Pizarral, 
                                                              Salamanca, España).

Confidente inmemorial del río,
engarzado entre cielo y pizarras
se destaca el secular molino,
junto al margen izquierdo del "Águeda".
En su entraña, ¡bendición divina!,
de amor mueren los granos de trigo,
engendrando la preciada harina,
vital panacea de pobres y ricos.
El abuelo va andando despacio,
con su peso lo agobia la vida...
Muele y canta, ¡feliz y contento!
Presentir el ansiado alimento...
Le disipa el enorme cansancio;
torna dulce la amarga fatiga.


Arias, Córdoba, 15/01/2000 21:21 Hs.

Estuvo publicado en Internet www.valmarpublicidad.com.es
(Salamanca, España).

Miénteme un poco de amor


-->
Quiero gritar que te quiero,
que lo demás es mentira.
Te quiero como se quiere
sólo una vez en la vida.
Te quiero con toda el alma
y aunque tú no me lo digas,
siempre me estarás amando,
hasta el fin de nuestros días.
Quiero gritar que te quiero,
que lo demás,
que lo demás, es mentira.
Tal vez estés esperando,
de mis pasos el regreso,
fríos tus labios y tu alma,
sin el fuego de mis besos.
Te quiero con toda el alma
y aunque tú no me lo digas,
siempre me estarás amando,
hasta el fin de nuestras vidas.
Yo sé que estás esperando,
de mis pasos,
de mis pasos, el regreso.
Tal vez tú no lo comprendas
ni le encuentres el sentido
a este fuego incontrolable
que llevo adentro encendido.
Tu piel igual a magnolia
quiero siempre respirar
y al llegar la primavera,
tan solamente quisiera,
el capullo de tu boca
a punto de reventar.
¡Miénteme un poco de amor...!
¡Dame tus labios de rosa!
¡Miénteme...!
¡Miénteme un poco de amor...!
Te pido...
¡¡Te pido tan poca cosa!!

23 de marzo de 1976.

Buenos Aires, (escrito en la servilleta de un restaurante,
frente al Hospital de Clínicas, General San Martín).

¿Mi mejor poesía?


-->
“Cuando suelto las amarras de mi sangre
y canto para ti, mi amor, mi cielo, mi universo…
Dentro de mí repican mil campanas
y mi Verba florece en cada verso”.
(Elmi Shindo – Poesías para “mi cielo”).
¿Mi mejor poesía…? Todavía no existe.
Aunque la declamen las noches y vientos…
Mi mejor poesía… ¿Todavía no existe?
¡Seguro que existe! La apresó el silencio…
Puedo vislumbrarla en el centelleo de tus ojos negros,
y hasta creo oírla en cada suspiro que agita tu pecho
y en las dos palomas de tus blancas manos,
raudal de caricias, diciendo: “te quiero”.
Mi mejor poesía la forman: tu nombre,
las francas sonrisas, lágrimas y besos;
esa languidez que invade tu cuerpo,
al ir desgranando sentires, recuerdos,
dichas y quebrantos, íntimos momentos…
Divinos tesoros, guardados muy dentro.
Mi mejor poesía se escribió hace tiempo;
una noche, en marzo, sólo conocernos…
Ahora va conmigo, clavada en el pecho…
¡Dulcísimo estigma del amor eterno!

Arias, Córdoba, República Argentina.

30-01-2009 03:02 Hs.

Mi amigo, el payaso


(A Ricardo Cardinalli, buen actor,
excelente ser humano y mejor amigo).

Amigo payaso con alma de niño,
amor y cariño, siembras a tu paso.
Amigo payaso, a ti me dirijo;
maestro del arte del chiste y la gracia.
Con talento innato, descubre tu magia,
el hondo misterio de la carcajada.
Usando del gesto, la dúctil palabra,
la cómica mueca y hasta la mirada,
a grandes y chicos, la sonrisa arrancas.
Que el mundo se ría... le hace buena falta.
Que el mundo se ría, la risa no mata.
Donde hay un payaso, no existen tristezas...
guerras, ni dolores, miserias humanas...
balas asesinas, que cuerpos desgarran...
ni reina la droga, que al mundo devasta.
Con cada payaso nace la esperanza...
se alivia el olor, se secan las lágrimas.
Los niños, felices, estudian y cantan;
mirando la luz de cada mañana,
lejos del horror que a los hombres mata.
Con cada payaso, florece la vida...
el ave canora, posada en la rama,
sonoras delicias, jubilosa, ensaya.
Amigo payaso, detrás de tu máscara,
adivino al hombre que triunfa y fracasa;
con los mismos sueños que todos tenemos,
las mismas angustias que a todos asaltan.
Dudas del presente, tal vez del mañana...
pensando en tus hijos, tu esposa, tu casa;
y el futuro incierto que a todos aguarda.
Amigo querido, sigue con tu causa...
que no te dobleguen las ideas raras;
recuerda que debes salir a la escena,
tienes que apurarte... ¡píntate la cara!
Que nadie perciba en tus ojos tristes
que estabas pensando tantas cosas malas...
en esta función debes esforzarte.
Pon garra en tus actos. ¡Demuestra tu magia!
Descubre el secreto de la carcajada.
Amigo payaso, mientras tú trabajas
piensa que contigo, nace la esperanza.
Cuando tú apareces, la alegría estalla.
Bríndales tu magia... ¡la risa no mata!
Siembra tu alegría... amigo del alma...
que el mundo se ría... que el mundo se ría.
¡¡Le está haciendo falta!!

Arias, Córdoba.

Mensaje al amigo


-->
(A Gustavo "El Cuchi" Leguizamón).
Hermano de coplas y bohemia,
¿por qué apresuraste la partida?
¿Qué intangible promesa te sedujo,
para marchar, así, sin despedida?
Ya sé, fuiste con tus amigos:
Juan Carlos, su hijo Jaime,
Armando -el mendocino-;
Castilla, Pantaleón y tantos otros
que esperaban impacientes tu visita.
En Cafayate, Cerrillos, toda Salta,
resuenan por valles, cerros y quebradas,
los ecos plañideros del silencio
cuando el viento te nombra en las bagualas.
En la Poma te está esperando Eulogia
carnavaleando por las cacharpayas;
Y la luna, amorosa y refulgente,
rayos de harina esparcirá en tu cara.
La niña que bajaba desde el cerro
cuando el sol despertaba en las mañanas;
no volvió con su pregón al pueblo:
"vendo ricos dulces... quesillos de cabra".
El pastorcillo que engarzó en el aire
cromáticos arpegios de su flauta,
sollozando la arrojó en el fuego,
vencido por la angustia que lo embarga.
Los coyas ríen, cantan, bailan,
-para alejar las penas de sus almas-
pero... el canto suena lastimero
y les quema en el pecho... como brasas.
Se interrumpió el concierto de los grillos,
respetuosas callan las guitarras;
junto al canal, sin vinos ni canciones,
con dolor, te recuerda Balderrama.
Si hasta el vino parece estar tan triste...
y deja un gusto amargo en la garganta...
¡Claro!... perdió el fundamento de su esencia[1]
cuando vos te alejaste de tu Salta.
¡Hermano!.. El viejo piano se quedó muy solo...
Añora amanecidas de zambas y vidalas,
gime y llora, silenciosas notas;
y el viento -mensajero de todos los idiomas-,
repite con su incansable aliento...
Tu nombre, "Cuchi"...
¡Tu nombre...!
Sólo tu nombre... ¡¡en las bagualas!!

Arias, Córdoba, 08-10-2000


[1] La esencia del vino, alegrar el alma. Nota del Autor.

Melodía interior[1]


-->
Invaden el silencio los sonidos
y endulzan la tarde cordobesa.
Sin prisas y sin pausas, entre amigos,
compartimos criterios y experiencias.
El viento, peregrino impenitente,
prosigue presuroso su carrera.
(Explorador constate del espacio,
comulgando con lloviznas y mareas).
Va sembrando música a su paso,
porta notas de soles y de estrellas.
Nuestro mundo interior nos ilumina
y su luz sonora, nos alegra.
En forma involuntaria e intangible,
casi, casi, sin que nos demos cuenta;
esta tarde tan gris, desapacible…
Es, de pronto… ¡radiante primavera!



[1] Trabajo realizado durante un Encuentro Regional de Escritores (Alejo Ledesma), no fue corregido.

Me buscas… ¿o te busco?


-->
Sé que el amanecer está en tus ojos
y el crepúsculo llegará cuando te alejes.
Las respuestas, las buscaremos juntos…
Disiparé tus sombras con mi luz
y tus sonrisas las pagaré con creces.
¿Hallar tu mirada?, gran acierto…
No la pude olvidar, ni quise hacerlo.
¿Y partir…? Sí, partiré. ¡Pero contigo!
Al fin del mundo. ¡Al infinito!
Y allí, entre ambos…
¡A crear Nuestro Universo!

Los dibujos de papá


-->
(A la memoria de Néstor Arturo
de Lavalle y sus dibujos).

Están allí, entre las cosas simples,
fiel testimonio de mejores tiempos.
Cuando pena y dolor, meras palabras,
se trocaban en amor, risas y besos.
Los dibujos me invitan, cada noche,
a bucear, cuando madura el sueño;
rescatando alegrías y pesares,
en el profundo mar de los recuerdos.
Intensa, la emoción, oprime el pecho.
¡Qué pena...! esa etapa tan hermosa,
se escapó, cual agua entre los dedos...
Tus dibujos, papá, guardan silencio;
y ocupan hoy, entre las simples cosas,
la exacta dimensión de lo perfecto.


Arias, Córdoba, 1/08/2002 22:42 Hs.

Leyenda


-->
Narra la leyenda
que hace mucho tiempo,
allá en la quebrada,
detrás de los cerros...
con fragor de truenos,
llegando la noche,
por los ventisqueros
cayó una majada.
Cayó una majada,
con pastor y perros.
Aquel pastorcito,
tocando la flauta
se marchó hacia el cielo.
¡Qué pena! ¡Qué angustia!
Dulce melodía,
suave, lastimera...
¡Musical lamento!
¡Pobre pastorcillo...!
¡Pobre pastorcillo...!
Honda la congoja
de los lugareños.
Fueron a buscarlo.
Estéril esfuerzo.
No encontraron... nada.
Por doquier reinaban
quietud y silencio.
Ni el menor indicio.
Nadie halló su cuerpo.
Dice la leyenda
que allá en la quebrada,
a impulsos del viento,
en noches serenas...
Se escuchan... ¡Su flauta,
ladridos, cencerros!
Murmullos lejanos
repiten los ecos;
piadosas plegarias
le rezan los cerros.
Según la leyenda...
hace mucho tiempo...
Allá en la quebrada
cayó una majada,
con pastor y perros.
Allá, en la quebrada
del hondo misterio.
Arias, Córdoba, 1989.

Las moneditas


-->
                                               (A un hecho, lamentablemente, real.).

Flotaban en el aire
los rizos de sus cabellos.
Se reflejaban en ellos,
radiantes rayos de sol.
Todo un mundo de ilusión
asomaba en su carita.
Con la mano apretadita,
cerquita del corazón.
La mano muy cerradita,
cerquita del corazón...
¡todo un mundo de ilusión,
esas cuatro moneditas!
María Eugenia, la niñita,
va hasta el quiosco de la esquina;
a comprarse golosinas
con aquellas moneditas.
María Eugenia, cuatro añitos...
está cruzando la calle...
la madre a buscarla sale,
de su entraña brota el grito.
¡María Eugenia! ¡Cuidado!
desgarrador el acento.
Materna advertencia, inútil...
vibrando quedó en el viento.
Desesperada maniobra,
vano, doloroso intento.
Sollozando... demudado...
el rostro del camionero.
Impotentes sus esfuerzos
ante el hecho sin remedio.
La vida huye de la niña
de los dorados cabellos.
Su almita pura, inocente,
ya emprendió el viaje hacia el cielo.
La madre, arrodillada, enloquecida,
llorando su desconsuelo.
T rodando por el suelo
de la abierta manecita,
esas cuatro moneditas,
para comprar caramelos.

Arias, 1978.

La visita


1
Lucirá muy ricas prendas,
joven, bella, cutis terso...
Digna de un cuento de hadas
o del más hermoso sueño.
Sucia y cubierta de harapos.
Vieja, fea, desdentada;
una horrible pesadilla,
surgida de los avernos.
Poco importará su aspecto
cuando decida buscarte.
Donde estés, sabrá encontrarte.
¡Desbarata sus intentos!.
Si equivocas la jugada...
¡Considérate hombre muerto!.
2
Si te visita la muerte
que no te pille durmiendo;
duele mucho caer vencido,
sin haber luchado al menos.
Conseguirás esquivarla
utilizando el ingenio.
Mas, debes ser precavido...
¡¡Que no te pille durmiendo!!.
Si adviertes que se aproxima,
apártate del sendero.
Puede que logres burlarla,
utilizando el ingenio.
Cuando avance victoriosa,
finge marchar a su encuentro
y faltando pocos pasos,
¡¡Apártate del sendero!!.
Finge marchar a su encuentro...
Utilizando el ingenio,
¡apártate del sendero!.
¡¡Que no te pille durmiendo!!.
Si esto te falla...
¡¡Perdiste!!.
Pasarás a ser… ¡¡ Recuerdo!!.

Arias, Córdoba, 02 / 06 de agosto de 1998

martes, 2 de junio de 2009

La Nona

(En el cumpleaños de Doña Amelia
de Milicich, “Nona” luchadora).

Según nos contó La Nona,
hace de esto mucho tiempo,
ella vino de muy joven
buscando horizontes nuevos.
Su querida isla de Juar
se fue perdiendo, allá, lejos…
Prolongaba la mirada,
dilatada en un esfuerzo,
para encerrar esa imagen,
apretada, en su recuerdo…
Mas, la distancia, a los ojos,
interponía oscuro velo,
y las lágrimas salobres
empapaban el pañuelo…
el pañuelo del adiós,
para los seres queridos
que, allá, en su querida isla,
se fueron perdiendo… lejos.

Y tras un largo viaje,
por fin arribaba al puerto
de una ciudad joven, nueva,
de éste, tan hermoso suelo.
Todo era distinto acá:
el clima, la tierra, el cielo…
Había gente hospitalaria,
con los dos brazos abiertos…

En los campos de La Emma,
con amor, sudor y esfuerzo,
comenzaron a luchar
para lograr el sustento.
Trabajaron sin descanso,
hasta perder el aliento;
aunque a veces el destino
fijase otros derroteros.

Así transcurría el tiempo,
en mil trabajos e intentos.
Se fue alegrando el hogar
con los niños y sus juegos.
Fueron nueve los retoños
para compartir los besos
y prolongarse en su vida
y hacerse vida de nuevo.

El bullicio de los hijos
se acrecentó en cada nieto,
repartiéndose el cariño
de aquel corazón ya viejo.
Quince sonrisas unidas
que alegran cada momento
y la hacen sentir niña,
cual si no pasara el tiempo.
Así se siente de nuevo
y oye una voz muy adentro…
Es la voz de su Juar
que le habla al sentimiento.
¡Que seas feliz, Amelia…!
Mientras enjuga una lágrima
ya no se siente tan lejos…
Los quince nietos a coro,
repiten igual que un eco…
¡feliz cumpleaños, Nonina…!
Hoy, darte un beso queremos.


Arias, 1976


(No fue corregida, quedó la versión inicial)

La muerte del poeta

Se muere el poeta.
Rostros de mil brujas, con groseras muecas,
se mofan, burlonas, haciendo piruetas…
Melopea macabra, entonan las Letras,
y a coro repiten…
Las brujas grotescas…
¡Que muera el poeta!

Arias, 6 de noviembre de 2006

sábado, 30 de mayo de 2009

La mejor riqueza

Al mencionarte, mi pueblo,
tu nombre florece y se agiganta.
¡Arias! ¡Cómo endulza los labios la palabra!
Al escucharla el corazón se ensancha
¡Arias! Lugar bendito del planeta,
favorecido por la Divina Gracia.
No tienes selvas ni ríos ni paisajes imponentes,
posees otro tesoro: la calidad de tu gente.
¡Arias…! ¡Divina palabra!
¡Siempre te llevo presente!

Arias, Córdoba, Argentina.
(Todos los días y a toda hora).

viernes, 29 de mayo de 2009

Inventario final

Sé que pronto emprenderé el viaje...
¿Qué llevaré?... Ante todo...
La fiel promesa de un amor eterno
con la emoción sincera de lágrimas y besos;
el recuerdo de tanto ser querido
y la tierna mirada de mis nietos.

Alojaré también -si me permiten-
en un rincón del alma, algunos versos.
Hay muchos amigos que me esperan...
Los llevaré tan sólo para ellos.

Quisiera poner en mi equipaje,
el trino majestuoso del jilguero,
la claridad de mil amaneceres,
y, por si allá escasea... un vino bueno.

En cambio, dejaré...
Unos cuantos poemas inconclusos,
en el viejo cuaderno.
Mis libros, volando por el mundo
como pájaros nuevos.

La amiga confidente y armoniosa,
de musical acento;
cobijando en su vientre de madera,
bellos sueños, melodías, y recuerdos.

Quedarán -no he de poder llevarlos-
mis hijos y mis nietos,
mi dulce y abnegada esposa,
cual sombra dolorida en el silencio.
Dejaré, por último, mi espíritu vagando
-su psíquica energía orbitará en el cosmos-,
cuidando mis afectos.
Y yo, inerte materia,
por Sagrado Precepto…
seré barro en las manos
del "Supremo Alfarero".

Seudónimo: Persona Burgués
Nemesio Martín Román
Arias, CórdobaArgentina
2/09/01 18:10 Hs.
Primer Premio en el Certamen de Primavera, enero de 2002, organizado por Poder Ciudadano, órgano periodístico independiente.

Interrogantes

¿Por qué, Señor, me pregunto a diario,
hay niños que aún andan descalzos?
Por qué los trabajos son escasos,
Siendo aún más escasos los salarios?
¿Por qué en todo ansiamos ser primeros,
sin fijarnos a quién vamos pisando?
¿Por qué, ciegos, seguimos escalando
hasta la indigna cima del dinero?
¿Por qué, Señor, los progresos de la ciencia,
hemos de utilizar en la maldad?
¿Por qué cometer la iniquidad
desdeñando la voz de la conciencia?
¿Por qué, cuando nos piden, nunca damos,
teniendo en demasía lo pedido?
¿por qué, si hasta nosotros han venido,
paupérrimos, tendiéndonos la mano?
¿Por qué, Señor, cometer el desatino
de ambicionar placeres y riquezas?
¿Por qué no vivir con la simpleza,
de quien, feliz, recorre su camino?
¿Por qué no valoro lo que tengo,
mas si llego a perderlo, me doy cuenta?
¿Por qué el pensamiento me atormenta,
de saber quién soy yo, de dónde vengo?
¿Por qué, Señor, será que en esta tierra,
jamás hemos vivido como hermanos?
¿Por qué, criminales, e inhumanos,
creamos los horrores de la guerra?
¿Por qué para vivir la fantasía,
refugiarnos en la droga, que condena?
¿Por qué no vivir la vida, plena,
de amor, de flores, de niños y poesía?
¿Por qué, Señor, el rumbo equivocamos...?
¿No querías que fuésemos perfectos?
¡Ah...! Dejaste que inventásemos defectos...
Lograr la perfección... ¡¡No sería humano!!

Arias, Córdoba, Argentina.
1994

Inmigrante

                                                             (Leída por el autor ese año
                                                             en la Misa del Inmigrante).
Hermano inmigrante,
abandonaste un día

la geografía que te dio la vida.
Lejos quedaron fiordos y sabanas,
campos, ríos, estepas y montañas.
Pusiste proa hacia el futuro incierto,
fue tu nave, la utopía de un sueño;
arribando a esta, nuestra tierra,
madre amorosa que te acogió en su seno.
Fuiste sabio y experto consejero,
pródigo de bondad, ejemplos y palabras.
Cimentando con tu coraje y sangre
la grandeza esencial de nuestra raza.
Y luchamos unidos, codo a codo,
compartiendo las buenas y las malas;
-circunstancias eventuales de la vida-.
Canciones, risas, llantos y plegarias.
¡Cuánto tiempo pasó! cuesta creerlo...
Inmigrante, ¡nos entregaste todo...!
Somos hijos de tu estirpe laboriosa,
sacrificios, anhelos y esperanzas.
Y hoy queremos, en apretado abrazo,
decirte simplemente: ¡muchas gracias!

Arias, 12 de septiembre de 2003.