lunes, 8 de junio de 2009

Melodía interior[1]


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Invaden el silencio los sonidos
y endulzan la tarde cordobesa.
Sin prisas y sin pausas, entre amigos,
compartimos criterios y experiencias.
El viento, peregrino impenitente,
prosigue presuroso su carrera.
(Explorador constate del espacio,
comulgando con lloviznas y mareas).
Va sembrando música a su paso,
porta notas de soles y de estrellas.
Nuestro mundo interior nos ilumina
y su luz sonora, nos alegra.
En forma involuntaria e intangible,
casi, casi, sin que nos demos cuenta;
esta tarde tan gris, desapacible…
Es, de pronto… ¡radiante primavera!



[1] Trabajo realizado durante un Encuentro Regional de Escritores (Alejo Ledesma), no fue corregido.

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